Describir a Colombia se hace cada vez más difícil, pues va mucho más allá de mencionar playas, gastronomía o gente bonita y amable. Hablemos de los páramos de Colombia, esos ecosistemas ubicados en la parte superior de las cordilleras tropicales y que cumplen una labor específica y necesaria con el agua del territorio. En este blog conocerás todo sobre los paraísos fríos que todos debemos proteger.
Las montañas colombianas, fácilmente visibles y presentes en casi todo el país, son una parte importantísima dentro de esa descripción y funcionan, no solamente como una ayuda de ubicación geográfica, sino como una fuente importantísima de abastecimiento de agua en los territorios.
Para describir los mejores páramos de Colombia es necesario mencionar sus grandes unidades de relieve y sus unidades climatológicas, que convierten a los páramos en hogar de especies únicas de fauna y flora y son una muestra clara de la variedad del suelo.
El más conocido y mencionado por los colombianos es el páramo de Santurbán, que compone una de las principales fuentes hídricas de la región de Santander y Norte de Santander. El páramo de Santurbán abastece ciudades como Cúcuta y Bucaramanga, en donde la riqueza fluvial no es tan alta como en otras regiones del país.
El páramo de Ocetá, Sumapaz, Chingaza y Las Hermosas son los demás páramos de Colombia, siendo Sumapaz el más grande del planeta y uno de los más importantes del país, pues abastece a Bogotá y sus alrededores.
La altitud de los páramos de Colombia es de 2.700 y 5.000 metros sobre el nivel del mar, aproximadamente, lo que supone para los páramos vivir en bajas temperaturas, que, antes de ser un problema, es un gran beneficio.
Los beneficios ambientales de los páramos en Colombia son muchísimos, pues cada uno de estos páramos cumple un papel fundamental en el abastecimiento de esa agua, sobreviviendo a bajas temperaturas, soportando fuertes lluvias y tomando de ellas toda el agua posible, para convertirse así en una de las fuentes principales del entorno.
Su vegetación, en forma de matorral, se encuentra casi siempre dentro de una pradera, destacándose así con más de doscientas especies diferentes entre las que están los pajonales, los pastizales y los frailejones, que son, tal vez, las especies más conocidas y mencionadas en Colombia.
Cada montaña tiene, según su altura, varios pisos bioclimáticos Glacial, que clasifican el tipo de suelo, la altura y la temperatura que allí se vive. Glaciar, periglaciar, modelado glaciar elevado y montaña auto-andina inestable son aquellos pisos bioclimáticos que ciertamente van bajando su temperatura a medida que la montaña va ascendiendo. Si hablamos del clima de los páramos de Colombia, podemos hablar de una temperatura de 10º centígrados o menos; temperatura en la que esas especies que los componen son capaces de sobrevivir perfectamente.
Entre los beneficios de los páramos en Colombia pueden listarse muchísimos, pues los páramos son considerados unidades ecológicas de gran importancia para la regulación de los flujos del agua de los ecosistemas. Capaces por su constitución de retener en sus suelos grandes volúmenes de agua, los páramos controlan su flujo a través de cuencas hidrográficas que abastecen numerosos sectores del país; lo que supone una gran necesidad de cuidarlos, protegerlos y conservarlos.
Entre características de los páramos de Colombia se encuentra, por lo general, la dificultad de acceso. Visitarlos hace posible encontrarse con el frío, la niebla, el musgo y la vegetación. Por lo tanto hay senderos pedregosos y difíciles en los que algunos turistas deciden hacer hiking y que, por la complejidad del sector, requieren contar siempre con la compañía y orientación de un guía.
Boyacá es el departamento con mayor extensión de páramos, con un 18.3% del total nacional y la mayor extensión de páramos húmedos. Los departamentos de Colombia que tienen páramos, a parte de Boyacá, son Cundinamarca, Santander, Cauca, Tolima y Nariño, en donde varias Corporaciones Autónomas Regionales (CAR’s) hacen presencia en pro de su conservación.
Estos páramos cuentan con una gran variedad de aves y mamíferos, diferentes especies de plantas y una composición de paisajes únicos. Entre los animales de los páramos de Colombia se encuentran el curí, el cóndor (vultur gryphus), el águila real y el oso de anteojos andino, que está en peligro de extinción. Con distintas especies endémicas, los páramos son territorios ricos en biodiversidad, no solamente en Colombia, sino en el mundo, convirtiéndose en un foco importante para el turismo y la conservación del hábitat.
La vegetación de los páramos puede variar, caracterizándose por una coloración oscura o amarillenta, dependiendo del páramo que se visite. Pajonales y arbustos de colores adornan los paisajes, mientras diferentes especies de frailejones (espeletia) se levantan florecidos y llegan a medir hasta doce metros de altura.
Los matorrales, pantanos, turberas, romerales, cortaderas y bosques de encenillo son algunas de las plantas que, por sus adaptaciones, son capaces de sobrevivir en ambientes hostiles, albergando entre sus hojas y sus troncos gruesos, musgos, líquenes y numerosas familias de animales como el lobo o zorro de páramo, el gato de páramo, el venado de cola blanca y varias especies de águilas, patos, gaviotas, búhos y colibríes.
Muchos de los animales mamíferos que allí se encuentran presentan importantes adaptaciones para guardar el calor, como pelajes densos y colores oscuros, lo que los ayuda a sobrevivir las bajas temperaturas del ecosistema.
Visitar los páramos de Colombia es posible gracias a distintas actividades humanas como el senderismo y el trekking, siempre y cuando se hagan con cuidado y respeto por el territorio.
El Ministerio de Ambiente, con la ayuda de las Corporaciones Autónomas Regionales, lleva a cabo campañas y actividades de conservación de los páramos naturales de Colombia, considerándolos áreas protegidas e instalando unidades de conservación que tienen representatividad de ecosistemas de páramo y subpáramo, teniendo en cuenta la lucha para protegerlos del calentamiento global e invitando a que los visiten, los disfruten y realicen en ellos un turismo responsable.