Ir al municipio de Belmira es deleitarse con el clima frío propio del norte del departamento antioqueño, conocer de cerca el proceso de producción lechera y acceder con facilidad a uno de los páramos más bonitos del país. Ubicado sobre la Cordillera Central, entre los 2.400 y los 3.350 metros sobre el nivel del mar, el Páramo de Belmira, con sus más de 34.000 hectáreas, tiene jurisdicción sobre los municipios de Belmira, Entrerríos, San Andrés de Cuerquia y San Pedro de los Milagros.
Extensión |
Temperatura |
Altura |
Departamento(s) |
Ciudad más cercana |
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343 km² |
Hasta 3°C |
3350 msnm. |
Antioquia |
Medellín |
Como los demás páramos colombianos, el páramo de Belmira, también conocido como Páramo de Santa Inés, cumple la función de abastecer de agua los municipios cercanos a Belmira. Entre las características del páramo de Belmira se encuentra una muy específica: la presencia de un subpáramo poblado de pastizales y frailejones que contribuye a este abastecimiento del que se ven beneficiados aproximadamente 64.000 habitantes de las zonas rurales de once municipios de Antioquia.
Índice de contenido
Cómo llegar al Páramo de Belmira
Llegar desde Medellín es muy fácil. Basta con acercarse a cualquiera de las terminales de transporte y tomar uno de los buses con destino al municipio de Belmira, ubicado al norte del departamento, o tomar la vía a San Félix, continuar por la vía a San Pedro de los Milagros y tomar el desvío al municipio de Belmira.
Unas dos horas después, al llegar al parque principal de Belmira, el encuentro con alguno de los guías de la zona facilitará el acceso al lugar, del que se advierte una caminata con un ascenso difícil. A quienes buscan hacer esta caminata se les recomienda contactar el guía con anticipación y llegar al municipio de Belmira antes de las ocho de la mañana, pues la caminata puede tardar incluso ocho horas, teniendo suerte.
El páramo de Belmira: una fábrica natural de agua potable
Los páramos son conocidos como santuarios de agua dulce, y llegar a ellos después de largas caminatas es una recompensa al esfuerzo y al camino duro.
En el caso del páramo de Belmira el camino es a veces un poco complicado, por lo cual quien lo visite debe llevar ropa cómoda y ojalá impermeable, pues las probabilidades de lluvia son bastante altas; comida para el camino, zapatos apropiados para hacer hiking y agua suficiente para hidratarse.
Visitar el páramo requiere paciencia: la altura del lugar y la dificultad del camino hacen que los pasos sean cortos para evitar la fatiga durante la subida, que tiene como premio, después de unos cuarenta minutos, haciendo la primera parada, una vista inigualable del bello paisaje del municipio de Belmira.
La excursión al páramo de Belmira puede ser muchas veces una aventura difícil: el clima del páramo es frío y muy propenso a lluvias, lo que hace que el recorrido sea más duro cuando llueve. Al final, llegando a los 3.200 metros sobre el nivel del mar los frailejones y la neblina reciben a quien los visita con ímpetu y elegancia, haciendo que todo el esfuerzo para llegar hasta allá valga la pena completamente.
Frailejones: los vigilantes del páramo
Cada páramo de Colombia cuenta con su propio grupo de frailejones (espeletias), esas plantas de tallos gruesos que se levantan silenciosas sobre el territorio y que crecen pocos centímetros cada año. En el páramo de Belmira hay frailejones altos, de incluso más de dos metros, que permiten a quien los observa hacer el cálculo y deducir a partir de ahí que llevan más de doscientos años erguidos, siendo una de las especies que sobreviven en el lugar.
Dentro del páramo, y como otra principal fuente de agua, se encuentra la laguna, que se hace visible casi al final del recorrido y le da sentido a las cuatro o cinco horas que cada caminante puede tardar para llegar hasta allá.
Robles, flores de puya, orquídeas, bromelias y musgos son algunas de las especies de flora que pueden encontrarse dentro del páramo de Belmira, entre las que conviven tigrillos, venados, ardillas, ranas, aves y hasta pumas. Realizar una caminata al páramo de Santa Inés no garantiza que todas estas especies se hagan visibles; sin embargo, el cuidado con este ecosistema es necesario para garantizar su permanencia y supervivencia dentro del hábitat.
Protección del páramo
Belmira hace parte de un terreno al que se le conoce como Sistema de páramos y Bosques Alto Andinos del Noroccidente Medio Antioqueño.
Este sistema cuenta con 42.600 hectáreas de territorio y en lo más alto, a más de 3.300 metros, está ubicado el Páramo de Belmira – Santa Inés, del que se conoce funciona como lugar de nacimiento de un 70% del agua que consumen los más de tres millones de habitantes del Valle de Aburrá.
Al páramo se le conoce también como Santa Inés gracias a una quebrada que nace en su territorio y que junto a Río Chico, Río Grande y San Andrés, es uno de los principales afluentes. La alcaldía de Belmira, junto con la Corporación Cuenca verde, realiza e implementa campañas gestión responsable de recursos hídricos e incentiva a los belmireños y a los visitantes a darle protección al páramo, pidiéndoles respeto y cuidado con los desechos y las basuras, para garantizar así la conservación del ecosistema.
¿Acampar en el páramo de Belmira?
Aunque el camping en el páramo de Belmira no es la actividad más común debido al clima, dentro del parque hay un espacio destinado a aquellos aventureros que se atreven a pasar la noche cerca al páramo. La cabaña del páramo de Belmira es uno de esos lugares, en donde los visitantes pueden alquilar un espacio por muy bajo costo, pernoctar y continuar el recorrido al día siguiente.
La cabaña fue construida por el municipio de Belmira y se llega a ella después de un último ascenso difícil entre matorrales y arbustos. Desde allí puede disfrutarse la vista de varios municipios del norte de Antioquia, de una gran variedad de especies de frailejones, y, si el día está despejado y se tiene suerte, se puede apreciar incluso, a lo lejos, el gran Nevado del Ruíz.
El páramo de Belmira, al igual que los demás páramos del país, es un destino ideal para visitar. Lo importante es hacerlo sabiendo que es allí donde nace el agua, ese líquido vital imprescindible, por el que debemos trabajar para su protección y permanencia.
¿Empacamos?
Imágenes del Páramo de Belmira
Conoce todo sobre el Páramo de Belmira
