Entre las múltiples características del municipio de Monguí en el departamento de Boyacá, está el privilegio de tener a pocas horas de camino el maravilloso Páramo de Ocetá. A 4.000 metros sobre el nivel del mar, con bajas temperaturas, aire puro y un paisaje envidiable, se levanta uno de los páramos más bonitos del país, con sus jardines de frailejones, sus cuevas y su cascada.
Extensión | Temperatura | Altura | Departamento(s) | Ciudad más cercana |
---|---|---|---|---|
57,71 km² | Hasta 0°C | 4000 msnm. | Boyacá | Tunja |
De unos cuantos años para acá, al municipio de Monguí se le conoce como La Capital del Balón. Y es que este municipio, ubicado en el departamento de Boyacá, tiene como principal actividad económica la fabricación de pelotas y balones de cuero hechos a mano para la práctica de diferentes deportes. Los habitantes de Monguí, sin embargo, buscan que más personas conozcan el Páramo de Ocetá, siempre y cuando lo hagan con respeto, cuidado y protección.
Índice de contenido
Llegar al Páramo de Ocetá es posible desde Bogotá, tomando un bus a Sogamoso y después un bus a Monguí. Es indispensable contactar con las agencias y hoteles del pueblo, pues el páramo admite cierto número de visitantes por día, y este aviso anticipado evita perder el viaje.
El guía, compañía imprescindible para el ascenso, será quien indique el camino, que resulta difícil, con variaciones en el suelo y el riesgo altísimo de que, quien no conozca el espacio, se pierda.
Será precisamente el guía quien indicará paso a paso el recorrido, que incluye, en una primera parada, El Cajón del Rey: una roca enclavada en medio de las montañas y que cuenta con una muy buena vista.
La subida se torna dura: más de 3.500 metros sobre el nivel del mar, el acceso al Bosque Alto Andino, al Subpáramo, y finalmente al Páramo de Ocetá, resguardado por jardines completos de maravillosos frailejones de más de dos metros de altura, que dan a entender a quienes los observan más de 200 años de historia concentrados en estas plantas características de los páramos.
Los frailejones como ya hemos mencionado en otros artículos, crecen entre uno y dos centímetros por año y son las grandes responsables de la producción de agua dentro del páramo.
La respuesta más obvia es el hiking. Después de aproximadamente cuatro horas caminando desde el municipio de Monguí, en el Páramo de Ocetá es posible realizar caminatas ecológicas dentro del páramo y disfrutar en el camino de bajas temperaturas.
En este paraíso puedes encontrarte múltiples especies de plantas como:
y la compañía – para los más suertudos – de distintos animales:
Un páramo con una temperatura de 0 grados centígrados en la noche y que alcanza hasta 17 grados centígrados de día, requiere ciertas precauciones. Algunas, las más obvias, tienen que ver con la ropa utilizada.
Todos estos elementos harán de la caminata una experiencia mucho más cómoda y agradable.
Dentro del páramo hay algunas cuevas de las que se cuentan muchas historias. La más conocida, y que muchos guías mencionan, habla de los indígenas muiscas y de cómo las utilizaban para esconderse en la época de la colonia.
Son cuevas de distintos tamaños y magnitudes, a las que puede accederse agachándose o de lado, siempre bajo la indicación y orientación de un guía, con el silencio y el respeto ancestrales que el lugar merece.
Como en todos los páramos, el elemento principal es el agua. En Colombia se encuentra el 60% de los páramos del mundo, que funcionan, como es bien sabido, como fábricas de agua que abastecen a un gran número de habitantes.
En el caso del Páramo de Ocetá, el abastecimiento se ve reflejado en Monguí, Mongua, Tópaca y algunos municipios del departamento de Boyacá.
En el páramo nacen la quebrada Chuscal y la quebrada Pavas. Ambas llegan a la cuenca del río Cravo Sur y a la cuenca del Río Chicamocha.
Ha sido el agua uno de los grandes responsables de las formaciones geológicas, que dan lugar a una zona rocosa que ha sido llamada “ciudad del piedra”, pues el desprendimiento de algunas rocas han creado, sin planearlo, algunos callejones que simulan una pequeña ciudad, con piedras cubiertas de musgo y aproximadamente 100 metros de callejón, rodeado por paredes de hasta quince metros de altura.
La última gran protagonista es definitivamente la Cascada de Penagos, uno de los lugares por los que definitivamente vale la pena la visita, y que cuenta la leyenda de la princesa Ocetá, quien, enamorada del guerrero Penagos, después de saber su muerte en una lucha contra los españoles, decide morir de amor, subiendo hasta una montaña en el páramo para perecer allí. Se dice entonces que el agua de la cascada son sus lágrimas.
El Páramo de Ocetá ha sido catalogado por sus visitantes como uno de los cinco más lindos del país. El título se lo debe principalmente a la altura de sus frailejones, que, en comparación con otros parques naturales, sobrepasan los dos metros y dan cuenta del paso de los años, que compromete aún más a quienes lo recorren a hacer sus caminatas con responsabilidad, cuidado, y un gran sentido de conservación.
¿Ya empacaste la cámara? ¡Es hora de crear nuevos recuerdos en el Páramo de Ocetá!
Al este de Bogotá, y al sureste del departamento de Cundinamarca, se ubica el Páramo… Leer más
Es el río Magdalena el encargado de darnos la bienvenida al Macizo Colombiano, también conocido… Leer más
Poco visitado y algo desconocido, el Parque Nacional Natural Páramo de las Hermosas se extiende… Leer más
En un tiempo se le conoció como Páramo de Frontino, aún sabiendo que el municipio… Leer más
Ir a Berlín suena lejano y difícil, necesita atravesar un océano e implica incluso una… Leer más
Como el resto de páramos que conocemos en Colombia, el páramo de Chingaza es una… Leer más
Ver comentarios
Hola, John
Por el grupo de Biodiversidad me enteré de tu sitio. Felicitaciones.
Tengo una colección de fotografías de Ocetá y de Sumapaz por si te interesan para enriquecer tu página. Déjamelo saber por correo
Hola Orlando. info@paramosdecolombia.com
Saludos y gracias por tu aporte!